La Princesa Caprichosa es prima de la Princesa del Guisante y así es ella: Febril, muy difícil, la princesa Caprichosa no habla, murmura, no tose, carraspea. Ante una buena comida, no toca casi nada, se hace la melindrosa y sólo picotea. Es una remilgada. Mimada con frecuencia, no duda en exigir lo imposible: Nieve en pleno verano, sombra en el desierto, arándanos en enero. Su baño es el objeto de toda su atención y de todos los refinamientos: Temperatura ideal, espuma perfumada, pétalos de rosa, leche de burra y champú de albaricoque.
(Un capricho es solo una chispa de mal humor)
Fragmento de un libro infantil precioso: "Princesas olvidades o desconocidas". Lo descubrí gracias a una amiga, y me quedé enamorada de las ilustraciones de Rebecca Dautremer. Es un libro diferente que rompe con los estereotipos de los clásicos cuentos de princesas. Merece la pena tenerlo y recrearse con las ilustraciones y con las descripciones que el autor hace de cada una de ellas..
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